MENSAJES


No usamos el mismo lenguaje al dirigirnos a un niño que a una niña. Muchas veces observo que  en el caso de las niñas, se tiende a destacar su peinado, su ropa, su aspecto en general, cosa que con los niños ocurre menos. El transfondo de estas conversaciones es muy significativo, el lenguaje no es algo inocuo, cala poco a poco y nos predispone a ser de una manera o de otra, a pensar que de nosotros se espera esta o aquella cosa.
En los centros educativos al referirnos a las familias estamos también dando por sentadas muchas cosas, el uso de "madres" o "padres" deja a muchas familias fuera de nuestro discurso. Ampliemos el registro, incluyámos a todos y todas.


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